Gullfoss, que se traduce como "Cascada Dorada", es uno de los parajes naturales más atractivos de Islandia y una de las cascadas más visitadas de la isla debido a su fácil accesibilidad en la ruta del Triángulo de Oro.

Dos cascadas y agua dorada

La cascada de Gullfoss está situada en el río Hvítá y es una de las más potentes de Islandia, con el mayor caudal de todas las cascadas europeas durante el deshielo primaveral. Gullfoss cuenta con dos cascadas principales, la primera de 11 metros de altura y la segunda de 21 metros. La cascada cae en un cañón de unos 20 metros de ancho, que convierte el antes tranquilo río Hvítá en un río embravecido.

Gracias a los sedimentos glaciares traídos por el río, el agua tiene un color marrón que, cuando los rayos del sol se refractan adecuadamente, crea la ilusión de una cascada dorada, de ahí su nombre.

A principios del siglo XX se iba a construir una central hidroeléctrica en el río, que en aquella época habría cubierto el doble del consumo anual de toda Islandia, pero gracias a la falta de fondos y a la activa lucha de la nativa local Sigríður Tómasdóttir, se abandonaron los planes y se salvó la cascada. En el mirador hay una pequeña placa conmemorativa de Sigríður.

Mirador de Gullfoss

Gullfoss en invierno

Alojamiento

Si estaba buscando alojamiento en el extremo más alejado del Círculo Dorado durante su viaje, hay una zona idílica y desierta de auténtica naturaleza islandesa justo a las afueras de la cascada de Gulfoss. A unos 3 km encontrará el Hotel Gulfoss, de 3* y muy bien valorado, con unas tarifas de unos 183 EUR por noche, que es la media en Islandia.

¿Cómo llegar?

Gullfoss se encuentra al final de la carretera asfaltada número 35, principal y de buena calidad, a unos 114 km de Reikiavik (mapa de ruta: google.com/maps) y a 12 km de los géiseres Strokkur y Geysir. La carretera es transitable todo el año. Desde el aparcamiento, un cómodo sendero con barandilla de unos 150 metros lleva hasta el borde de las cataratas, desde donde se disfrutan las mejores vistas.