La Costa del Sol se encuentra al borde de Europa, en el sur de España, pero es muy accesible, sobre todo gracias al importante aeropuerto de Málaga.
En avión por su cuenta
La mejor forma de llegar a la Costa del Sol en avión es a través del gran aeropuerto internacional de Málaga AGP, situado aproximadamente en el centro de la costa. Directamente desde el aeropuerto, la mejor forma de llegar a Málaga y a los centros turísticos de Benalmádena, Fuengirola o Torremolinos es en tren, que para en la terminal.
Muchas compañías aéreas vuelan a Málaga desde toda Europa, incluidas todas las de bajo coste. Para una descripción más detallada, consulte la guía de Málaga.
Una opción interesante para viajar en avión por la Costa del Sol es volar al exótico aeropuerto de Gibraltar, atravesado por carreteras y una pasarela peatonal. A este aeropuerto sólo se puede llegar desde Londres y otras ciudades británicas.
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Por tierra
Si se dirige a la Costa del Sol desde otras regiones españolas, dispone de una amplia gama de opciones de transporte por tierra, además del aéreo.
Es fácil llegar a Málaga en tren desde Madrid o Córdoba, por donde pasa el tren de alta velocidad. También hay trenes directos a Granada y Sevilla, pero los autobuses son más rápidos y baratos. Lo ideal es comprar los billetes con la mayor antelación posible y sólo a través de la web oficial de Ferrocarriles Españoles renfe.com.
La Costa del Sol es el lugar más rápido para llegar en autobús desde el resto de la costa española. Por ejemplo, desde Almería, Granada, Alicante, Sevilla o Valencia lo más habitual es utilizar Alsa, mientras que si viaja hacia el sur, a Algeciras y Gibraltar (La Línea), lo hará con Avanza.