En pleno centro, a la sombra de los rascacielos, se creó una zona recreativa popular de más de 10 km de largo junto al arroyo del mismo nombre que fluye desde las montañas. Durante el desarrollo masivo de Seúl en las décadas de 1960 y 1970, el arroyo, originalmente natural, tuvo que ser hundido en un lecho de hormigón y durante muchos años fue más bien una cloaca y una vergüenza para la ciudad.

Con el cambio de milenio, sin embargo, se llevó a cabo un proyecto de urbanización a gran escala que transformó por completo todo el cauce de hormigón en paseos peatonales. El lecho del río se limpió y se hizo lo más natural posible.

Un lugar para pasear y celebrar

Todo el cauce se ajardinó desde el oeste, cerca del ayuntamiento, hasta el este, donde el parque se ensancha aún más y desemboca en el río Han de Seúl.

El hecho de que toda la longitud del parque esté unos 5 metros por debajo del terreno circundante hace que sea mucho más tranquilo que las calles circundantes. Ésta es una de las razones por las que el lecho claro del río atrae a una gran variedad de aves acuáticas, que pueden encontrarse aquí durante todo el año.

En el extremo oeste, cerca del ayuntamiento, suelen celebrarse fiestas de fin de año y grandes festivales.

Cheonggyecheon

Tráfico a lo largo del parque

A lo largo de gran parte del parque, en el centro de la ciudad, la línea 1 de metro azul oscuro circula desde el norte, mientras que la línea 3 verde lo hace desde el sur (siempre a unos 100 o 200 metros del río).

A continuación, la línea 173 de autobús recorre directamente la calle por encima del parque (en la mitad occidental).