La Basílica de San Nicolás es, junto con la Catedral de Santa Sabina, el monumento más importante de Bari.

En general, sin embargo, es la Basílica de San Nicolás la que tiene mayor importancia cristiana que la catedral, ya que es un famoso lugar de peregrinación tanto para la iglesia católica romana como para la ortodoxa.

Arquitectura e historia

La basílica, de estilo románico puro, se empezó a construir en 1087 y se terminó en 1197. La iglesia tiene una planta cuadrada poco habitual, que recuerda más bien a un castillo o un palacio.

Desde el exterior, la basílica tiene un parecido típico con la arquitectura románica, pero las verdaderas joyas se encuentran en su interior. Entre los objetos más preciados están el trono episcopal de finales del siglo XI, la rica decoración escultórica y los raros suelos de mosaico de la cripta donde se guardan las reliquias de San Nicolás.

Las magníficas pinturas del techo y la tumba de mármol de la reina Bona Sforza datan del Renacimiento.