Abandone por un momento el centro de la ciudad y diríjase por el hermoso barrio de Ano Poli hasta las alturas donde se alza la antigua fortificación con la torre Trigonion.

También disfrutará de las mejores vistas de Salónica y el mar Egeo.

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Las bien conservadas fortificaciones de la ciudad pueden admirarse a lo largo de más de 1 km, siendo la torre Trigonion el punto culminante con las mejores vistas. Todas las murallas de Salónica son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Murallas desde la Antigüedad hasta Bizancio

La situación estratégica de Salónica requería una fortificación exhaustiva de la ciudad, que era especialmente vulnerable desde las laderas septentrionales. Por eso se construyeron enormes fortificaciones en las colinas al norte del centro ya en los siglos III y IV durante el Imperio Romano, que se hicieron aún más fuertes tras la conquista de Salónica por los turcos.

En su momento de mayor esplendor -alrededor del siglo XVI, cuando el Imperio Otomano se fortificaba masivamente-, las fortificaciones medían hasta 7 km de largo y estaban formadas por muros de hasta 10 metros de grosor con numerosas torres.

Sólo después del siglo XIX, cuando la construcción de viviendas comenzó a expandirse más masivamente, la longitud de las murallas se redujo a los aproximadamente 1 km actuales de fortificaciones muy bien conservadas, en las que aún se pueden ver partes de la antigüedad.

Aún más al norte del cinturón continuo de murallas con la torre de Trigonion se encuentra la igualmente interesante fortaleza de Heptapyrgion.

Visite las murallas hoy

Hoy en día, las murallas de Tesalónica son una de las atracciones más modestas y relativamente poco visitadas.

A lo largo de gran parte de ella, se puede pasear por un agradable parque y disfrutar de impresionantes vistas de la ciudad en la Torre Trgionion, junto con un refrigerio en uno de los varios agradables restaurantes y cafés.

No se puede subir a las murallas, pero no pasa nada, no hay árboles ni edificios altos que obstruyan la vista desde el mirador oficial bajo el Trigionion. La entrada a los alrededores de las murallas es libre, no están valladas de ninguna manera.

Al tramo kilométrico mejor conservado del Trigonion le siguen otros tramos de murallas más o menos bien conservadas, que se extienden a lo largo del borde norte del centro casi hasta la estación principal.

¿Cómo llegar a las murallas?

Debido a la gran altura que hay que subir desde el centro, recomendamos tomar el autobús urbano número 23 hasta las murallas.

Sale cada 20 minutos de la parada central, entre la plaza de Aristóteles y el puerto (ver mapa).

Podrá averiguar fácilmente dónde bajarse por su cuenta. El autobús pasa directamente por una de las puertas que atraviesan las murallas y la parada se encuentra justo después de este pasaje.

Vuelva caminando al centro por el Barrio Romántico. Ano Poli con sus calles estrechas y edificios antiguos.

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