Por encima del pueblo de Alaró, en una montaña rocosa, se encuentran las ruinas del castillo de Alaró y una capilla con unas vistas impresionantes de la Sierra de Tramuntana y de la capital de la isla. Los primeros cimientos del castillo se construyeron en época árabe, pero las ruinas que se pueden ver hoy datan del siglo XV.

La leyenda más famosa asociada al castillo habla de dos caballeros llamados Cabrit y Bassa que defendieron el castillo contra los soldados del rey Alfonso III de Aragón. Fueron quemados vivos cuando Alfonso capturó el castillo. Se supone que este fue su castigo por pretender confundir el nombre del rey con el pescado local "anfos" y gritar "Nos gustan más los anfos a la parrilla".

En Mallorca estos dos caballeros son considerados mártires.

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¿Cómo llegar?

La popular caminata parte del pueblo de Alaró y dura unas 2 horas; una vez alcanzada la cima de la colina, a 822 m de altura, se verá recompensado con unas vistas espectaculares. Durante los meses de verano, suele haber una tienda de refrescos abierta. Prepárese con calzado resistente, el camino es transitable pero empinado y lo pasaría realmente mal en sandalias. Consulte el mapa de senderismo para ver la ruta desde Alaró hasta el castillo.

Si quieres acercarte aún más al castillo, es posible llegar en coche hasta el restaurante Es Verger, donde hay un pequeño aparcamiento gratuito. Desde allí se puede llegar andando al castillo en unos 30-40 minutos.

Si se llega en transporte público, hay que tomar primero el tren hasta la estación de Consell-Alaró, desde donde sale la línea 342 de autobús, muy frecuente hasta el centro de Alaró.